Segunda concentración a la que más socios de Motrix han asistido. Aunque, en principio mi intención era ir directamente el sábado a media mañana a Anzánigo, el viernes a última hora decidí unirme al resto del grupo y el sábado me presenté en Jorba para almorzar juntos. A las 9,30 fueron llegando, primero Forni y después Kake, Pedro, Javier y los simpatizantes y amigos Ester y Jordi "Boquerón". A eso de las 11 ya habíamos acabado y emprendimos la ruta que nos llevó, a través de la A2 pasando por Cervera, Agramunt, La Sentiu, Camarasa, Tremp, La Pobla de Segur, Senterada, Pont de Suert, El Turbón, Campo, Ainsa, Boltaña, Fiscal, Sabiñánigo, Jaca y finalmente, Anzánigo. El camping como casi siempre para este evento estaba lleno; después de instalarnos hicimos un pequeño piscolabis y junto a Cristian y Carme que llegaban entonces nos dispusimos a compartir la velada. Tengo que decir que la ruta nos permitió pasar por algunos bonitos puertos de montaña : La Panadella, Fontllonga, Perves, Viu de Llevata, Bonansa, Foradada y Oroel.
Entre cerveza y cerveza, llegó la hora de cenar, a escoger ensaladilla y secreto o jabalí guisados y naranja o pastel de manzana, más la bebida. Tras el café, concierto con un grupo de versiones que no estubo mal del todo, siempre bajo mi opinión. A las dos, recena a base de jamón y pan y a las tres, cuando el grupo acabó, empezó una disco móvil que alargó hasta las cinco.
Por la mañana cuando nos levantamos a las 8 marcaba el mercurio -8ºC, pero según Emilio, a las 7 se llegó a -10ºC. Después de un cafetito y esperando la hora de almorzar, fuimos recogiendo y sobre las 10, almorzamos : 2 huevos fritos, longaniza o chorizo, más el pan y bebida. Después, ya con el sol secando las tiendas, terminamos de recoger y partimos de vuelta siguiendo la ruta clásica : Yeste, Triste, Murillo de Gállego, Huesca y aquí fue donde Javier empezó a notar que su moto no iba bien. Tras comprobar que era problema de desgate de la correa de tracción, continuamos a su ritmo hasta que la moto dijo basta en Monzón y allí decidió llamar a la grúa. Después de una media hora larga de espera, y tras dejar la moto cargada en la grúa, decidió continuar la ruta como paquete de Kake y así, siguiendo la autovía, continuamos camino hacia casa. Lástima de este problema que empañó una salida genial; muy buena compañía y muy buenos ratos y risas. Yo para colmo, perdí por suicidio a mi segundo cocodrilo Drulo II, que incomprensiblemente se tiró de la moto en la autovía de Huesca. Estoy muy afectado pues ya es el segundo, y además era un regalo italiano de Imma y Jordi.
