Un año más decidimos acercarnos a Amotonamiento. Un año más queríamos compartir el calor de la hoguera con los amigos. Pero un año más pudimos comprobar la cantidad de coches y caravanas que se posicionan en las explanadas de Ulldemolins, lo cual te lleva a pensar si el espíritu motero muere un poco con esa situación, o incluso si se le debería cambiar el nombre por algo más del estilo Autocaravanamiento.
En cualquier caso, nosotros fieles a lo nuestro, quedamos en Jorba sobre las 10.30 h para poder desayunar, y realizar una rutita por las carreteras tarraconinas, saliendo por Igualada, visita al Mazinguer, paso por Valls y Alcocer, donde alternamos tramos húmedos con tramos secos y rápidos, y llegada sobre las 15.30 h a Ulldemolins. Montamos las tiendas, y a la espera de un segundo grupo que salía más tarde de Barcelona, nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo Ramón, Pepemoto, Oriol y yo. Conforme pasaba la tarde, el cielo iba empeorando por momentos, y aunque no era ninguna sorpresa, porque ya era esa la previsión, las primeras gotas fueron apareciendo.
Volvimos a la zona de acampada para reunirnos con Kaisser y Neo, que ya habían llegado, y decidir el plan de ataque para la cena. En ese punto el agua ya había manifestado su intención de reventarnos cualquier posibilidad de cenar al aire libre así que optamos por inscribirnos y marchar a cenar a un bar en donde pudimos mantener un bonito debate a cuenta de la gente que asiste a estos sitios en cuatro ruedas.
Obviamente, las opiniones son tantas y variadas como personas somos, y en este caso concreto puedes encontrar argumentos para defender tu posición sin demasiadas estridencias, desde el que piensa que si vas a un evento motero has de ir sí o sí en moto, como hasta el que cree que es una bonita manera de poder llevar a su familia e incluso empezar a impregnar a sus hijos del ambiente motero.
En cualquier caso, nosotros habíamos ido con la intención de disfrutar, y a falta por la lluvia de el espectacular "Tombs i llums", y la batucada que éste año tampoco se pudo realizar, nos fuimos al pabellón a quemar la noche entre clásicos del rock y no tan clásicos del reggeaton o la música dance. En lineas generales, una buena noche, que como todo, pues llega a su fin.
La mañana del domingo nos recibió con un bonito día, y la recogida de enseres la pudimos realizar sin más contratiempos en parte gracias a que el fuerte viento de la noche había secado mucho el terreno, y sobretodo las tiendas. Desayuno también clásico con el revuelto de salchichas con tomate, o bien bollería con algún zumo o café. El sorteo de regalos previa compra de números para participar, lo realizaron mucho más temprano de lo habitual ante las quejas de otros años de la gente que quiere marchar a casa más temprano y en un terreno muy enfangado, por haber sido el de más tránsito durante todo el tiempo.
Vuelta a casa con la completa seguridad de que volveremos, si bien no por la espectacularidad de la propia concentra, sí por su proximidad a Barcelona, que hacen que te reencuentres con un montón de conocidos.
Ya que ésto no debería ser un artículo de opinión, y probablemente ni siquiera os importe, he dejado para el final mi propio pensamiento. Para mí el ser motero, o mejor, sentirse motero, no va asociado al vehículo que en ese momento llevo, aunque sea un tractor. Yo sigo amando mi moto aunque por cualquier circunstancia tenga que salir un fin de semana sin ella. Ahora bien, jamás podré entender por qué se permite la entrada de vehículos de cuatro ruedas a los aparcamientos habilitados para motos. Si quieren, podemos seguir debatiendo, aunque creo que también debería ser en otro sitio.
![Smile :)3d](./images/smilies/smile_e_smile.gif)