Podemos decir muchas cosas de Ortigosa, preciosas todas. Hablar de sus calles, sus cuevas, su puente...
Podemos de la misma manera hablar de la concentración que por tercer año nos ha regalado Aquelarre A.M. Pero saben ??? Va a ser lo mismo que ya hemos escrito los otros años, pero variando las palabras, o desordenándolas. Porque Ortigosa Embrujada lo tiene todo, y ya lo hemos dicho anteriormente.
Llegamos el viernes, y pudimos comprobar cómo va arrancando una concentración. Se ultimaban detalles, los últimos nervios. La gente comenzaba a llegar en un goteo incesante. Poco a poco, los casi 200 inscritos desde al menos quince días antes, nos cambiábamos saludos , risas y cervezas.
Abrieron la fiesta con el grupo Afli Ska, que nos acompañaron mientras formalizábamos las inscripciones , y marchábamos a cenar por libre, para terminar la noche con sobredosis de punk con Atokateja, que es el segundo año que vienen a Ortigosa, y esperamos que no sea el último, porque volvieron a revolucionar el ambiente. La noche terminó a ritmo de música enlatada.
El sábado desayunamos zumos, cafés y galletas sin límite alguno, y marchamos en grupos a visitar las cuevas, que a pesar de haberlas visitado ya, aprovechamos para poder admirarlas de nuevo, y así hacíamos tiempo para la comida, que consistía en entremeses y fideuá, con postre, café y chupito.
Tarde de juegos moteros, futbolín y toro mecánico, que dieron paso al plato fuerte de este año. Aquelarre regaló al pueblo una escultura que es una alegoría a la libertad que te otorgan las dos ruedas, con el ofrecimiento de que cada motero la reconozca como suya y la visitemos siempre que queramos en pleno corazón de la famosa Ruta de los Tres Valles.
Fue entonces el turno de Protocolo Snob, que se encargaron de calentar el ambiente antes de la ruta de antorchas.
En la cena pudimos disfrutar de una estupenda sopa de ajo y carne en salsa de segundo, con postre, café y chupito de nuevo.
Final de la velada con Versioneros del Rock, que no engañan con el nombre. Son justamente eso, versiones de rock nacional, con una buena dosis de humor por parte del frontman de la banda. Y la huida hacia la cama, cuando cada uno quiso acompañado nuevamente de música variada.
La mañana del domingo tocaba ir recogiendo, para poderse preparar para una preciosa ruta por los alrededores, y al regresar, disfrutamos de una maravilla hecha música. La actuación de Soul Mirror encadenó, con tan solo un bajo, un teclado, y la preciosa voz de Itzi, varios éxitos internacionales de una manera tan dulce, precisa y emotiva, que conseguía emocionarte en cada compás.
Camino del final, turno del sabroso bollo preñao, entrega de premios y generoso sorteo , y finalmente un lunch para que puedas regresar a casa sin necesidad de parar a comer.
Todo esto que acaban de leer lo han de adornar con el excelente marco de fondo de un pueblo precioso, y la amabilidad y simpatía de una organización sin igual.
Si ya han estado en Ortigosa Embrujada sabrán que no exagero. Si no estuvieron nunca, no se la pierdan el próximo año